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5.27.2011

Test: Samsung Galaxy S

Hace un par de semanas los amigos de Samsung me prestaron el Samsung Galaxy S para que lo pruebe. Mi objetivo principal era conocer cómo me llevaba con el teclado virtual (estoy acostumbrado a los QWERTY), para después cambiar mi teléfono por uno con una versión de Android más avanzada, por lo que el Galaxy S también me vino bien para conocer Froyo. Para que tengan como referencia, ahora me manejo con un Motorola Dext, por lo que muchas de mis comparaciones pueden venir por ese lado.

Teclado: físico vs virtual 
Siempre me creí incapacitado para manejar teléfonos sin teclado QWERTY físico. Mis contactos con el iPhone, con una de las pantallas touch más efectivas, no habían sido del todo buenos y los teclados virtuales no respondían como esperaba. Pero los últimos modelos de todas las compañías que apuestan por las superficies táctiles es su tamaño, con displays de 4 pulgadas o más que facilitan muchísimo la escritura. Y particularmente, el Galaxy S también ayuda bastante con su tecnología Super AMOLED con una gran sensibilidad y respuesta ante los comandos del usuarios. Y como si esto fuera poco, la función Swipe, que permite ingresar información trazando el recorrido por las letras sin levantar el dedo de la pantalla, hace que este ya no sea un problema. Por supuesto, requiere algo de costumbre, y aunque nunca será tan eficiente como el teclado virtual, este aspecto dejó de ser un impedimento.

Claro que la ausencia de un teclado físico tiene sus ventajas. Los equipos son cada vez más delgados y más livianos, que es uno de los aspectos por los que pensé en este formato para mi próximo celular.

Diseño y rendimiento
A la hora de analizar la estética del Galaxy S, Samsung volcó en su smartphone insignia (al menos hasta el lanzamiento de la versión S2) todo el diseño al que nos tiene acostumbrado. Y desde el punto de vista funcional, creo que solo pueden remarcarse dos aspectos mejorables. En primer lugar, la ubicación de la salida de sonido en la parte posterior (y que en líneas generales tiene un rendimiento muy bueno) muestra algunos problemas cuando el teléfono descansa sobre una superficie plana, como suelo tenerlo habitualmente. Y en segundo lugar, creo que le haría falta un indicador externo de actividad (como un LED, por ejemplo) para dar aviso al usuario en caso de que no escuche el tono de notificación.

Desde el punto de vista del rendimiento el Galaxy S me sorprendió. En primer lugar lo cargué con las mismas aplicaciones que tengo en mi teléfono con las que mostró un funcionamiento muy bueno. Y después me entusiasmé y decidí someterlo a un uso intensivo extremo, con la mayor cantidad de aplicaciones corriendo al mismo tiempo y las conexiones encendidas y el dispositivo continuó funcionando como si nada pasara.

En cuanto a la batería, que medí con un uso tradicional (nadie utiliza todo al mismo tiempo) tuvo el rendimiento que esperaba de un smartphone, con una duración aproximada de casi dos días sin tocar el cargador.

<Gracias @EsPauli y @Nachorm