Uno puede estar de acuerdo o no con este Gobierno, con sus políticas, con sus modos o con sus decisiones. Pero no se puede negar que los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810 estuvieron a la altura de lo que significa el 25 de mayo para la Argentina. Recorrí el “Paseo del Bicentenario” el mismo 25 (que patriota, no?) poco antes de las 12.00, antes de que los stands abrieran las puertas, pero la 9 de julio ya estaba repleta. Las fotos son de esa recorrida. Y verdaderamente era para quedar sorprendido. La calidad del organización (más allá del algunos detalles) y de los contenidos superaron todas las expectativas. Lo que siguió después fue una fiesta alucinante.
Lamentablemente, obligaciones de redacción me hicieron seguir el resto de los festejos por la tele. Y digo lamentablemente porque la calidad técnica que, por ejemplo, desplegaron en el Cabildo fue envidiable. Les dejo las fotos que empiezan desde el barrio (porque hasta el día acompañó a la fiesta) y muestran solo una ínfima parte de lo que fueron los festejos. Y ahora, a trabajar para dentro de seis años festejar el Bicentenario de la Independencia, que esperemos sea incluso más sorprendente que este.
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